Vacaciones en coche por Irlanda e Inglaterra

Irlanda e Inglaterra han sido durante mucho tiempo destinos turísticos de moda y, con la aparición de las vacaciones en coche, se han vuelto aún más atractivas para los viajeros. En unas vacaciones en coche, los visitantes pueden explorar la belleza natural y la historia de cada país, a su propio ritmo y sin sentirse apurados. Los turistas también pueden hacer nuevos amigos, probar la cocina local y comunicarse con los lugareños de una manera que no siempre es posible cuando estás atrapado en un autobús turístico. Sin embargo, planificar un viaje en coche en cualquiera de los dos países puede ser un desafío. Para ayudarlo a aprovechar al máximo sus vacaciones, este artículo le brindará información esencial sobre las cosas que debe considerar y consejos para aprovechar al máximo sus vacaciones en Irlanda e Inglaterra.

Antes de embarcarse en su aventura en coche, es importante comprender las leyes y regulaciones de cada país. Conducir en Irlanda es mucho menos estresante que hacerlo en Inglaterra, con carreteras más pequeñas y menos automóviles en la carretera. Conducir en Irlanda a menudo implica navegar por carreteras sinuosas a través de paisajes espectaculares, conducir por el lado izquierdo de la carretera y comprender la señalización vial local. En Inglaterra, tendrás que acostumbrarte a conducir por carreteras congestionadas y a navegar por complejos sistemas de cruces. Por eso, es fundamental planificar una ruta de antemano, ya que también significa que puedes ceñirte a las carreteras principales, donde es probable que el tráfico sea menos caótico.

Al planificar tu viaje transnacional, considera utilizar la extensa red ferroviaria de Irlanda e Inglaterra. Los dos países se conectan en muchos lugares y, con un pase de tren, puedes viajar fácilmente entre ellos. Los trenes suelen ser más baratos que los coches y, según tu destino, pueden resultar más prácticos. También puedes ahorrar tiempo y gastos de gasolina, lo que te deja más tiempo para hacer turismo.

Si prefieres circular por carretera, alquilar un coche es tu mejor opción. Todas las principales empresas de alquiler de coches, tanto nacionales como internacionales, tienen oficinas en ambos países. Reservar el coche con antelación puede ahorrarte dinero, ya que a veces las tarifas pueden ser más altas al llegar. Necesitarás un permiso de conducir válido de tu país de origen y una tarjeta de crédito válida para el depósito. Y no te olvides de investigar: Irlanda e Inglaterra tienen leyes de tránsito y límites de velocidad diferentes a los de muchos otros países, así que asegúrate de repasar las reglas antes de salir a la carretera.

Una vez que hayas reservado tu auto, tendrás que decidir tu itinerario. Si vas a recorrer ambos países en su totalidad, debes calcular al menos dos semanas para el viaje. Dependiendo de tu velocidad y de cuánto turismo quieras hacer, puedes extender el viaje a un mes o dos. Para dividir el viaje, reserva en algunos pintorescos bed and breakfasts a lo largo del camino. No solo ahorrarás dinero en alojamiento, sino que también te dará la oportunidad de conocer a algunos lugareños interesantes.

Por último, tendrás que pensar a dónde ir. Irlanda e Inglaterra están llenas de tantos lugares maravillosos que puede ser difícil reducir tus opciones. Una excelente manera de comenzar es buscar áreas de interés. ¿Eres más de los que les gusta la vida al aire libre? Entonces, asegúrate de visitar las impresionantes rutas de senderismo en el Distrito de los Lagos. ¿Prefieres las ciudades cosmopolitas? EspañolLuego, vaya a Londres y Belfast.

Descubra la vida nocturna

Irlanda e Inglaterra cuentan con una de las mejores vidas nocturnas del mundo. Cada ciudad y pueblo tiene su propia variedad de animados pubs, restaurantes y clubes para visitar, por lo que hay algo para todos los gustos. Irlanda tiene una escena musical y artística igualmente sólida, con muchos pubs tradicionales para explorar. Inglaterra, por su parte, tiene una vida nocturna más cosmopolita, con algunos de los clubes y bares más populares de Europa. Disfrute de la cerveza local, levántese y baile, y asegúrese de usar zapatos cómodos.

Experimente la naturaleza

Si está buscando un poco de naturaleza, Irlanda e Inglaterra seguramente lo encontrarán. Desde ondulantes colinas verdes hasta impresionantes parques nacionales, los dos países albergan algunos de los paisajes más hermosos del mundo. Realice un recorrido panorámico en automóvil por los valles de Yorkshire o pasee por las espectaculares montañas de Connemara. También puede observar aves en Brecks o maravillarse con el antiguo Stonehenge. Elija lo que elija, seguro que se llevará una sorpresa.

Explora la cultura

Ambos países son ricos en historia y cultura. Desde castillos y catedrales hasta galerías de arte y museos, hay algo para todos los gustos. Si eres un fanático de la palabra escrita, entonces no tendrás muchas opciones. Irlanda e Inglaterra son el hogar de algunos de los autores más famosos del mundo, incluidos James Joyce y las hermanas Brontë. Los visitantes también pueden explorar los diversos monumentos y ruinas esparcidos por el país, cada uno con su propia historia.

Prueba la comida local

En cuanto a la comida, Irlanda e Inglaterra tienen una multitud de platos sabrosos que deleitarán tu paladar. Encontrarás platos tradicionales como fish and chips, bangers and mash y shepherd’s pie, así como una variedad de clásicos europeos como paella y pizza. En Inglaterra, no olvides probar un buen té inglés con scones y nata cuajada. Y en Irlanda, haz una parada en una granja y prueba un poco de whisky irlandés auténtico: es algo que no te puedes perder.

Hilda Meadows

Hilda R. Meadows es una autora irlandesa apasionada por escribir sobre su tierra natal. Está especialmente interesada en explorar la cultura y la historia de Irlanda, y le encanta compartir sus conocimientos con lectores de todo el mundo. En su tiempo libre, a Hilda le encanta viajar por Irlanda y explorar sus hermosos paisajes. Es una ávida lectora y cree que la literatura es la mejor manera de comprender verdaderamente una cultura.

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